Los cuidadores de niños y los pacientes con asma, deben saber diferenciar entre los medicamentos que alivian los síntomas y los que actúan sobre la inflamación bronquial.
Las guías de manejo del asma infantil insisten en la importancia de que los padres conozcan la diferencia entre dos tipos de medicamentos para el paciente con asma tratamientos principales.
- Broncodilatadores de alivio o de rescate. Dilatan los bronquios y alivian los síntomas. Son rápidos y de acción corta, pero no actúan sobre la inflamación bronquial. Los más usados son salbutamol (ventolin o albuterol) y terbutalina. Según las guías de manejo del asma, los medicamentos de alivio de síntomas se deberían utilizar a demanda; es decir, cuando el niño lo necesite, porque son rápidos para revertir la broncoconstricción y tienen capacidad de aliviar los síntomas. Eso sí, hay que tener cuidado de no utilizar más dosis de las recomendadas, salvo en situaciones de crisis.
- Medicamentos que controlan la inflamación bronquial. Son los más importantes en el control del asma. Entre estos, los más efectivos son los corticoides. Tienen una “leyenda negra” respecto a sus efectos secundarios, por lo que conviene diferenciar entre los corticoides que se usan por vía inhalada y los que se usan por vía sistémica, de forma oral o inyectable. Los corticoides que pueden producir efectos secundarios importantes son los sistémicos, sobre todo cuando se usan largos periodos de tiempo como semanas o meses. Si se usan durante pocos días, no producen efectos secundarios relevantes. Los que nos interesan para el asma son los corticoides inhalados, porque, al ir directamente a los bronquios, necesitan dosis mucho menores a las usadas por vía sistémica. Por eso, se considera que los corticoides inhalados son seguros, aunque se usen durante meses o años.
En la actualidad, los corticoides inhalados son los fármacos más utilizados para combatir la inflamación bronquial.
Los datos disponibles acerca de los efectos secundarios en niños sugieren que los riesgos potenciales son compensados por los beneficios clínicos. Los efectos secundarios locales, como la ronquera o irritación, son raros en la primera infancia. Se solucionan si el niño bebe agua después de usarlos o se enjuaga la garganta. Los más usados son: budesónida, fluticasona, mometasona y beclometasona.
Utilizar con demasiada frecuencia los broncodilatadores de rescate y reducir, los medicamentos que controlan la inflamación, es un error muy frecuente. Cuando los padres no entienden la diferencia entre los corticoides inhalados y los sistémicos, tienden a reducir la dosis indicada de corticoides inhalados, de manera que el niño puede empeorar y acabar necesitando corticoides sistémicos.
Paciente con asma tratamientos principales
Es verdad que cuando el paciente con asma tratamientos principales este bien controlado, se podrán reducir las dosis de medicamentos, pero es importante que perdáis el miedo a los corticoides inhalados, incluso aunque se tengan que utilizar durante periodos largos de tiempo. Por tanto, ¡su mayor efecto indeseable es no tomarlos cuando son necesarios!
De los medicamentos que controlan la inflamación bronquial, existe uno que no pertenece al grupo de los corticoides y es menos potente que ellos: el montelukast, incluido en la familia de los antileucotrienos. Se utiliza por vía oral y ayuda a mejorar el control y disminuir las crisis en los niños. Sus efectos secundarios son infrecuentes, por lo que también se considera bastante seguro.
